La "Botarga de Arbancón" es una figura de tradición arraigada en los pueblos de Guadalajara. Símbolo del Mal, danzante o agresiva pero siempre incordiante. Acompaña a la procesión del santo realizando travesuras e intentando distraer a los asistentes a misa. La celebración de esta fiesta en torno al final del invierno, los colores vistosos de su vestido y la persecución de las mozas casaderas con la cachiporra o las castañuelas, dejan entrever su origen en ritos de fecundidad paganos convertidos en festejos por la religión cristiana.
Los alumnos más pequeños del Estudio han estado realizando preciosas máscaras con este motivo de antigua tradición alcarreña.
La máscara es uno de sus atributos más característicos, junto al traje de vistosos colores, la cachiporra, las castañuelas y los cencerros de la cintura. Su rostro es de apariencia demoníaca y posee una expresiva boca abierta, dientes puntiagudos, pequeñas orejas, cejas, barbas y bigotes hechos con pelo natural.