Arte rupestre

El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca). De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de rocas, cavernas, abrigos....

Dentro de las primeras y  más antiguas manifestaciones artísticas conocidas y conservadas de la prehistoria, corresponden a un momento avanzado del paleolítico superior, de hace 30.000 años de antigüedad. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de la historia del ser humano.

De todas formas, es prácticamente imposible aislar unas técnicas artísticas de otras, y en el arte rupestre del paleolítico superior, encontramos una simbiosis perfecta entre grabado, escultura, dibujo y pintura.

 Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia dada su perfección técnica, se encuentran en la cornisa  franco-cantabrica y en la zona del levante español (en otros muchos lugares también hay pinturas rupestres de gran calidad).

 Son extraordinarias las pinturas de la Cueva de Altamira, situadas en Santillana del Mar, Cantabria (España).

Pintura rupestre basada en la sala de los polícromos de la Cueva de Altamira. Elena Garzía.

Pintura rupestre basada en la Gran Cierva, de la Cueva de Altamira. Elena Garzía.

Pintando arte rupestre. Elena Garzía.