La influencia de la tradición islámica y su evolución hasta el mudéjar lo podemos apreciar el Museo de Guadalajara en los coloridos trazados de los azulejos para solados o arrimaderos de cerámica de la Iglesia de San Gil de los siglos XIV-XVI d.C. Los complejos diseños geométricos de lazo con estrellas de 8 o 16 puntas, muy utilizadas posteriormente también en el renacimiento.
¿Sabías qué...? En la provincia de Guadalajara confluyeron dos focos principales del mudéjar, el aragonés y el toledano. Estas influencias se manifestaron en la utilización de diversos materiales considerados pobres (madera, yeso y barro) trabajados con gran maestría: yeserías decoradas, azulejería, cerámica, alfarería y carpintería de madera.
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