La pintura mural fue una técnica muy utilizada en el Renacimiento para decorar los techos y paredes de los edificios sacros y palaciegos, fué utilizada incluso también para embellecer los exteriores, dada su gran resistencia.
En el Renacimiento perfeccionan la técnica mural al fresco y retomarán los temas clásicos mitológicos de la antigua Grecia y Roma.
Esta semana nuestros pequeños alumnos han estado practicando la pintura y han realizado sus propios soportes murales. Para ello han realizado un motivos de "grutescos" realizado a técnica de la grisalla o escala de grises.
Grutesco (del italiano grottesco, y este de grotta -"gruta"-)[1] es un motivo decorativo derivado de la decoración de las "cuevas" descubiertas en la Roma del siglo XV y que posteriormente se han identificado como habitaciones y pasillos de la Domus Aurea (el palacio que Nerón hizo construir tras el gran incendio del año 64). Fueron muy utilizados en el arte del Renacimiento y se divulgaron por toda Europa. Consiste en la combinación de elementos vegetales[2] ("follajes", guirnaldas), vasijas, cornucopias,[3]panoplias, figuras humanas y teriomórficas ("bichas", centauros, sátiros, putti), animales fantásticos y seres mitológicos ("sabandijas", "quimeras"), mascarones, bucráneos,[4] etc., que se relacionan de manera caprichosa y rellenan de forma profusa el espacio (horror vacui) en composiciones simétricas. (Wikipedia)